Culiacán, Sinaloa.- ‘¿Ahora qué hago?, ¿Qué sigue?’, recuerda Elizabeth que les preguntó entre risas a los médicos cuando tuvo a su bebé Alexis por primera vez en el pecho, tras un complejo parto hace tres meses.
En el quirófano todo fueron carcajadas por su espontánea inquietud, ese toque humorístico que le puso a ese gran momento que tanto deseo, fiel a su vocación como animadora en fiestas infantiles como la payasa ‘Chispita’.
La historia de Elizabeth y Susana es extraordinaria, por donde se vea. Lograron superar obstáculos y hoy disfrutan a Alexis, su bebé nacida en enero pasado luego de un viaje dominado de retos y emociones que empezaron hace 3 años.
Elizabeth Hernández tiene 33 años de edad y viene de una familia de payasos. Ella tiene más de 25 años dedicándose al espectáculo, especialmente trabajando en fiestas infantiles desde que tiene memoria.
Hace 32 años que su madre inició en ese mundo, en el que prácticamente ella nació.
Dentro del medio artístico mucha gente cree Elizabeth es madre soltera, porque –dice-- sus personajes ‘no han salido del clóset’, siendo el principal la payasa ‘Chispita’, inspirada en su madre Luz Patricia Acosta Lozano, psicóloga con 3 especialidades y una maestría, conocida en el mundo del espectáculo como ‘Chispa de Luz’.
Entrevistada por Adiscusión Diario, Elizabeth relató que hace 10 años conoció a Susana, una dentista del IMSS en Tijuana con quien acudía a consulta, pero en aquel momento ambas estaban en relaciones diferentes, y no fue hasta hace 7 años que se volvieron a encontrar y decidieron darse una oportunidad.
--¿Qué surgió después de ahí?
--Una relación muy bonita, a distancia, la verdad mucha gente le pone las cosas a las relaciones a distancia, para mi yo creo que ha sido una relación muy buena.
Casi siempre se veían en viajes, pero en la pandemia ella tuvo un tiempo difícil ya que se cancelaron la mayoría de shows, pero Susana la invitó a irse a vivir con ella a Tijuana y desde entonces Elizabeth considera que ahí comenzaron a ser una familia.
Entre todo esto surgió la idea de ser mamá y decidieron tener un bebé, pero al ser dos mujeres necesitaban un donante de esperma, además de elegir el método correcto para poder embarazarse.
--¿Cómo les fue en ese proceso?
--En el proceso para tener a Alexis nos fue muy bien, en el primer intento mío lo conseguimos, pero ya habíamos tenido un intento con mi esposa y no se pudo lograr, ya se había tenido un in vitro.
El intento in vitro lo hicieron en el 2021, luego de que este fallara se casaron pero sus ganas de ser madres no bajaron, pues en el 2023 volvieron a intentarlo con inseminación artificial y esta vez fue todo un éxito.
– ¿Cómo te sentiste cuándo te dijeron que ahora estabas embarazada?
– La verdad que si es una emoción en ‘shock’, porque como es un proceso de 15 días de ir con el doctor, de inyecciones, de hormonas, de no comer ciertos alimentos y una inversión económica también… es una emoción que empieza desde que decides ir con el doctor, es una ilusión porque pues lo pagas verdad, no es como que ‘se nos chispoteó y salió la bebé’.
– ¿Qué fue lo que las llevó a volverlo a intentar?
– El deseo, el deseo de ser mamá yo creo que eso fue, tenemos dos ‘perrhijos’, para mi somos una familia antes y después de Alexis, desde que llegué yo a Tijuana para nosotros nos convertimos en familia… yo desde toda la vida siempre dije que quería ser mamá y mi esposa creo que era mucha también la ilusión de serlo.
Además de los problemas durante la pandemia, Elizabeth decidió irse a Tijuana por la homofobia de Culiacán, pues Tijuana al ser ciudad fronteriza en esta existe mayor diversidad, mientras que en Culiacán el simple hecho de decir que su pareja es mujer resulta en ‘cuestionamientos tontos’.
Una de las cosas que más la limitaba para el hecho de ‘salir del clóset’ era el pensamiento en Culiacán y su trabajo, pues el hecho de trabajar con niños y ser lesbiana le podría causar problemas; “hay gente muy tonta”, dijo entre risas.
– ¿Tuvieron problemas?
– No, desde que fui con el doctor todo bien, súper lindo todo el personal, la bebé nació en Estados Unidos y también desde que llegamos aunque éramos latinas no tuvimos ningún problema con el trato. Totalmente normal, como debe de ser.
Actualmente, ambas agradecen poder vivir en algún lugar donde pueden llevar su vida de manera normal sin ningún tipo de problema, pues existen sitios donde una pareja homoparental no es bien recibida.
La pregunta principal cuándo las ven juntas con la niña es “¿quién es la mamá?”, pero se sienten orgullosas de poder responder ‘las dos’, pues en su acta de nacimiento están registradas ambas.
– ¿Cómo fue el proceso del embarazo?
– Fue un embarazo hasta cierto punto muy bonito, porque mis primeros seis meses no tuve síntomas, más que ver crecer mi panza e ir al baño muchas veces, pero no tuve agruras, no tuve vómitos, no tuve ascos, así que mis primeros seis meses fueron súper agradables, solamente el hecho de dejar de trabajar yo creo que fue lo que me pegó un poquito más… dejé de hacer shows por el hecho de un embarazo muy deseado, muy costoso, pues queríamos evitar el mismo daño que pudiera causarle a la bebé.
Al contrario de la creencia popular, al momento de elegir quién será el donante de esperma, solo te especifican las características físicas, pues en México solamente existen los ‘donantes cerrados’, quienes no se involucran para nada, al contrario de los ‘donantes abiertos’, quienes están dispuestos a dar su información de contacto, en caso de que quieran conocerlos.
– ¿Cómo fue este proceso?
– Fue un donante anónimo, existen los bancos de espermas, yo me asesoré con varias amigas que ya tienen niñas también de parejas homoparentales y me recomendaron totalmente que fuera un donante anónimo, para evitar el proceso legal, ya que la bebé es nuestra y es nuestra.
– ¿Cómo fue el parto?
– Es bastante traumático, creo que en verdad el proceso de parto, el proceso de tener un bebé ya de por sí es traumático. Mis primeros 6 meses fueron de ensueño, pero mis últimos tres meses tuve un padecimiento que se llama arterias uterinas patológicas, en español significa que mis arterias que alimentan a la bebé estaban más pequeñas de lo normal, por lo cual yo tuve una posible preeclampsia.
En la semana 35 se dieron cuenta que la bebé estaba dejando de crecer a consecuencia de dicha condición, pero esperaron hasta la semana 37, cuando un doctor de Tijuana les dijo ‘se te va a morir en la panza si no la sacas’, pero el médico que atendió el parto en Estados Unidos decidió dejarla madurar hasta que pudieran realizarle un parto programado.
Con nada de dilatación, en el hospital comenzaron a bombardearla con hormonas y todo tipo de aparatos para abrir el conducto y que comenzar ahora si con el labor de parto, un total de 36 horas entre la entrada al hospital y finalmente con la salida del bebé.
– ¿Qué sintieron al ver por primera vez a Alexis?
– Fue un proceso, fueron 45 minutos de pujar, yo pensé que a la tercera pujada salía y nada, cuándo me la pusieron ya en el pecho no lo podía creer, era como ‘guau’ eso salió de mí, me acuerdo mucho que les dije a los doctores que de una empezaron a limpiar todo para recoger, les dije ¿ahora qué hago? ¿Qué sigue? y se rieron, dijo Elizabeth
Y Susana agrega: Mucha emoción de haber completado un sueño, una ilusión, un deseo y saber que gracias a la ciencia y a la fe pueden ocurrir este tipo de milagros, que sabemos que a lo mejor entre dos mujeres es un poquito más complicado, pero que hoy en día hay una opción más para las personitas que queremos formar una familia de esta manera, manifestó Susana.
-- ¿Cómo describirían todo el proceso?
–Como una montaña rusa, una montaña llena de ilusiones, de sentimientos encontrados, pero al final donde reina la alegría y la emoción, resaltó Susana.
– Fue un reto, para mí en lo personal fue un reto totalmente, el hecho de ver el cambio en tu cuerpo, como empieza a cambiar tu color, te empiezas a hinchar, fue traumatizante… al mismo tiempo también fue una experiencia muy bonita, ver la vida, ver cómo se lleva la vida y al mismo tiempo también ver como se acaba una vida, porque nuestra vida tal y como la conocemos se acabó, indicó Elizabeth.
Ahora viven una feliz vida, no solo ellas dos, sino incluso sus familias están contentas por la llegada de Alexis a sus vidas. “Mi mamá es la abuela más feliz del mundo y una de las cosas que más gusto me da es que los papás de Susy también son los abuelos más felices del mundo, que no se creyeran es que tú la tuviste, es tuya, no, es que es de las dos, y yo me acuerdo mucho que le dije a mi suegra ‘quiero por favor que nunca, por más que le digan cosas esta niña es su nieta’.
¡Feliz día de las madres a todas quienes tienen esa dicha!
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